Una vez que se enciende el testigo, el conductor dispone de una autonomía limitada y que puede ser muy variable según el tipo de coche.

Los precios de los combustibles no cesan de subir y cada vez es más frecuente que los conductores apuren el depósito antes de tener que volver a llenarlo.

El testigo rojo que se enciende junto a la aguja del aforador en el cuadro de instrumentos alerta de que el combustible se está agotando y habrá que acudir más pronto que tarde a una estación de servicio para repostar.

Circulando en reserva, la distancia que se puede recorrer antes de que el motor se pare por falta de carburante suele bastar para llegar a la gasolinera más próxima.

Sin embargo, no es recomendable llegar a esta situación límite y, además de que el sistema de aviso de la reserva puede fallar o no funcionar con absoluta precisión, la autonomía del vehículo en reserva es muy variable dependiendo del tipo de mecánica, su consumo y del propio modelo de coche.

 

Circunstancia sancionable

Quedarse en reserva viajando por la carretera suele producir un estado de ansiedad contraproducente para mantener una conducción segura. Además, el hecho de quedarse inmovilizado en una vía por falta de combustible es una situación que puede ser sancionada con una multa.

A lo anterior hay que añadir que en general los modernos ordenadores de a bordo dejan de mostrar en el panel de información el dato de autonomía disponible cuando este es inferior a los 50 kilómetros, aumentando la incertidumbre del conductor.

Aunque esta es una situación que siempre es aconsejable evitar, circular en reserva es algo que siempre puede ocurrir por falta de previsión o por alguna otra circunstancia como encontrar la gasolinera cerrada por la noche o en algunos episodios puntuales de falta de suministro.

Grandes diferencias

En relación con este problema, la web británica Compare The Market ha realizado un análisis sobre la autonomía disponible en reserva de los coches que circulan habitualmente por las carreteras de Reino Unido con motores de gasolina e híbridos y pertenecientes a varias categorías. Y en el estudio se ordenan las distancias que cada modelo puede recorrer una vez se enciende el testigo de la reserva.

Y como se puede ver en las tablas, los resultados son muy dispares y dependen de cada automóvil. En concreto, la diferencia entre la distancia que se puede recorrer en reserva hasta agotar del todo el combustible entre un coche y otro llega a ser de casi 70 kilómetros. 

Cada modelo, independientemente de su tamaño y la capacidad de su depósito, destina una cantidad determinada de combustible a la reserva. Y, entre todos, el que consigue llegar más lejos después de encenderse el testigo es la berlina viajera Volkswagen Passat que, en reserva, puede recorrer hasta 120 kilómetros en busca de una gasolinera.

 

Por el contrario, la poderosa berlina deportiva BMW M3 tan solo dispondrá de 51 kilómetros de autonomía antes de agotar por completo su depósito de gasolina.

Coches con mayor autonomía en reserva:

• Volkswagen Passat: (120 kilómetros) 
• Volvo V40 (113)
• Ford Mondeo (112)
• BMW Serie 5 (109)
• Toyota Prius (107)
• Mercedes Clase E (103) 
• Audi Q5 (102) 
• Range Rover Sport (101)

 

Coches con menor autonomía en reserva:

• BMW M3 (51 kilómetros)
• Kia Picanto (52)
• Fiat 500 (59)
• Mini Cooper (60)
• Mitsubishi Outlander (61)
• Jaguar XK (62)
• Citroën C1 (62)
• Peugeot 108 (63)
• Nissan Juke (65)
• Ford Fiesta (66)

 

Una vez encendido el testigo, el BMW M3 tan solo podrá recorrer 51 kilómetros para acudir a repostar.

 

La regla del 10%

Sin embargo, los resultados del estudio demuestran que tampoco hay que asustarse cuando se enciende el aviso de que queda poco combustible ya que, por lo general, se cumple la regla del 10%, que es la proporción del depósito que la mayoría de los fabricantes destinan a la reserva. Una cantidad que en casi todos los casos resulta más que suficiente para acudir a alguna de las estaciones de servicio situadas en las cercanías.

Como es lógico, las conclusiones obtenidas por el comparador de seguros británico son orientativas. El consumo y por tanto la autonomía son datos muy variables, incluso tratándose del mismo modelo de coche, y dependen sobre todo del tipo de conducción que, una vez encendida la luz de reserva, deberá ser más conservadora y a velocidades moderadas.

Y también habrá que tener en cuenta que el consumo se incrementa por otros factores, por ejemplo, de que el aire acondicionado esté funcionando, el estado del tráfico sea más denso, se den casos de temperaturas extremas…

 

Averías mecánicas

Otro factor a tener en cuenta y por lo que tampoco es aconsejable apurar el depósito es que cuando queda poco combustible en su interior se pueden producir averías en el motor. La bomba de aspiración puede sobrecalentarse y la humedad de condensación y los depósitos de suciedad que se acumulan en el fondo pueden introducirse en el circuito de alimentación provocando daños y fallos en su funcionamiento.

Aunque circular en reserva es una situación que siempre hay que evitar, el trabajo de Compare The Market ha revelado que los conductores del Reino Unido circulan una media de seis días al año con el piloto de la reserva encendido y que más de una cuarta parte (27%) admite hacerlo una vez a la semana o más.

Apurar el depósito es una costumbre desaconsejable, pero sin embargo habitual. Por lo menos en el Reino Unido ya que según la encuesta casi una cuarta parte de los conductores (23%) admitió que no acuden a repostar hasta que se enciende el testigo de reserva y, lo que es más grave, más de un tercio (36%) se ha quedado en alguna ocasión sin combustible en su coche mientras conducía.

 

Fuente: https://motor.elpais.com